Martes 11 de diciembre de 2018 | Hogar | 1335 Visitas
El aislamiento de paredes es algo que debemos tener en cuenta en cualquier vivienda. Con un buen aislamiento, podemos ahorrar hasta un 30% en nuestros suministros, pues gracias a ello tanto el calor en invierno, como el frío en verano, tendrán más dificultades para escaparse entre nuestros muros.
Reduce las pérdidas de frío y calor, por lo que aislar nuestras paredes ayuda a crear un espacio con temperaturas más agradables. Optimizará y ajustará el gasto de energía reduciendo así las emisiones de CO2, por lo que aislar las paredes también nos ayudará a cuidar el medio ambiente.
Aislamientos minerales
Hay diferentes tipos de aislamiento dependiendo de si son minerales, sintéticos o naturales. Los principales aislamientos minerales son la lana de roca y la fibra de vidrio. La lana de roca se fabrica a partir de roca volcánica fundida. Es, por tanto, un aislamiento bastante resistente al calor. Está indicado tanto para paredes interiores como para fachadas, siempre que no tengan contacto directo con el agua. El formato en el que se venden es en rollo y es apto para aislar bajo cubiertas. Además, hay que destacar que este tipo de aislamiento también es capaz de aislar las paredes acústicamente.
Por otro lado, también estaría la fibra de vidrio. Este material aislante está fabricado a partir de arena fundida. Es apta para aislar paredes interiores, falsos techos y bajo cubiertas. Se presenta o bien en rollo o bien en manta, dependiendo del uso que se le dé será más apto uno u otro (por ejemplo, en manta es mejor para cubiertas). La fibra de vidrio es también un aislante acústico en bajas densidades. Si usamos baja densidad podremos aislar paredes interiores y techos. Para aislar fachadas y suelos tendremos que escoger una densidad superior.
Los aislamientos sintéticos
Los aislamientos sintéticos van ganando poco a poco la batalla a la hora de aislar las viviendas. También hay varios tipos. Por ejemplo, está el poliestireno expandido (corcho blanco). Es un material de lo más ligero, además de muy económico y fácil de instalar. Es apto para aumentar la resistencia térmica de paredes, suelos, techos y también fachadas. La principal ventaja de este material respecto a las lanas minerales es que cuenta con mayor capacidad impermeable, por lo que se puede colocar sin problema en cualquier zona exterior.
Por otro lado, estaría el poliestireno extruido. Es también impermeable, además de contar con una resistencia bastante grande al peso y a la deformación. Estas características hacen que sea la principal opción, o una de las más recomendables, para colocar en fachadas y cubiertas, tanto desde el exterior como desde el interior. Además, estas características también hacen que sea uno de los aislantes favoritos en las zonas con mayor humedad.
Aislamientos ecológicos y reciclados
Es evidente que el medioambiente nos preocupa cada vez más. Por tanto, no es de extrañar que cada vez sean más recurrentes los aislamientos ecológicos y reciclados. En este grupo podríamos incluir el corcho. Se trata de un material natural 100% ecológico. Esto significa que es reciclable y que protege el medioambiente, pero, además, este material cuenta con una gran capacidad aislante. Podemos usarlo en paredes y suelos. Su durabilidad es mucho mayor a la de otros aislantes, y por si esto fuera poco, también protege los interiores de la humedad. Hay que recordar que, además, este material es hipoalergénico y puede dejarse visto sin ningún tipo de problema, pues queda realmente estético.
Por último, estaría el geotextil. Este aislante está fabricado con materiales textiles reciclados y reciclables. Destaca por poseer tanto características térmicas como acústicas. Además, es realmente duradero.